MIS EMPLEADOS NO SON MIS COMPAÑEROS SON MIS COLABORADORES

MIS EMPLEADOS NO SON MIS COMPAÑEROS SON MIS COLABORADORES

Las formas y la formación sí importan y mucho.

Cuando visito salones de peluquería, para hacer AUDITORIAS y/o FORMACIÓN con mucha frecuencia, me encuentro en los salones un argot a la hora de dirigirnos tanto a clientes, como a la jefatura del salón y entre compañeros, con  una dialéctica un tanto inapropiada, tanto del dueño o responsable del salón hacia sus colaboradoras”con la mejor intención” como los colaboradores a su Jefe.

 El responsable del salón, se llama director/a y quizás unido a su nombre  de pila. Al empleado, se le llama por su nombre y si es más ambiguo, lo llamaremos colaborador y a nuestros clientes, les llamaremos Sr. y Sra. salvo que nuestro cliente nos indique que le llamemos por su nombre de pila.

ESTO ES LA ATENCIÓN CORRECTA A UN CLIENTE.

Y que decir del trato a nuestros clientes.Es importante destacar, que las formas si importan y mucho.Pero esto es importante para las 3 partes.

 Empresarios, empleados y ” SU  MAJESTAD ”  la  Sra. Clienta.

No debemos confundir, amabilidad y buenas formas con servilismo.Son cosas muy diferentes.

 Yó tuve un jefe durante muchos ” mi maestro “ de esta profesión, que siempre decía: yo doy siempre a mis clientas lo que esperan de mi, y ese fue su gran éxito.

Hace aproximadamente 5 meses que lo vi la penúltima vez, hicimos una cita para tomar café y quedamos en un salón de la familia: Hairkrone en Madrid y estando allí, entro una mujer muy mayor, estábamos a 4 metros de la entrada del salón hablando en la recepción, no se como vio a la Sra, que salio a su encuentro, le abrió la puerta y le hizo el gesto de besar la mano.

Yo le sonreí ante dicho gesto y me dijo, este ha sido mi éxito dar a cada cual lo que esperaban de mi. Es así de sencillo.

Hoy no esperamos ese gesto, pero si esperamos que nos reciban a ser posible en la puerta, que nos den los buenos días, nos ofrezcan un café, una infusión y demás detalles de cortesía y a su vez debemos de despedirlas a ser posible en la puerta.

Hoy ya no se recibe en la puerta, yo entiendo que si el salón está lleno de clientes, no podemos dejar de atender a un cliente, para abrir la puerta a un  otro cliente, esto es entendible. La economía manda y no está muy fuerte.

Pero cuando estamos solos en el salón y entra alguien, escasas veces se vá hacia la puerta para recibir y despedir a un cliente.

 Lo repetiré una vez más, es nuestra casa, hemos de recibir y despedir como se merecen los amigos, los familiares y en este caso los clientes.

Para despedirme de este post. diré: tenemos que seguir creciendo y para ello necesitamos a los mejores colaboradores, al mejor director y una instalación actual, moderna, cómoda, bien ubicada.

Articulo fantástico  escrito Por: Ana Martinez.

Espero y deseo que os guste y os ayude. Un abraza Rosa Diaz Coach

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