Hola
querida amiga, he leído este cuento y me ha gustado tanto que lo quiero
compartir contigo.
¡Qué importante mensaje ¡Valorarnos querernos y
respetarnos a nosotras mismas, desde nuestra aceptación, podremos valorar
querer y respetar a los demás, este es el principio para vivir una vida con
sentido y Feliz!
Espero que os guste.
EMPEZAMOS
Hace
mucho tiempo, un joven discípulo acudió a su maestro en busca de ayuda.
Su gran preocupación era que sentía que no valía para nada y que no hacía
nada bien. Quería que los demás le valorasen más.
El maestro sin mirarlo, le replico:
"Me
encantaría poder ayudarte pero en estos momentos estoy ocupado con mis
propios quehaceres. Quizás si me ayudases a solucionarlos podría acabarlos
antes y ayudarte".
El discípulo aceptó a regañadientes ya que de nuevo sintió que sus
preocupaciones eran poco valoradas.
El maestro le entregó un anillo que llevaba en el dedo y le dijo:
"Coge
un caballo y cabalga hasta el mercado más cercano. Necesito que vendas este
anillo para pagar una deuda. Y lo más importante es que trates de conseguir
la mayor suma posible pero no aceptes menos de una moneda de oro por
él".
Y así el discípulo cabalgó hasta el mercado más cercano para vender el
anillo.
Empezó a ofrecer el anillo a diferentes mercaderes que mostraban interés en
él hasta que les decía el precio: una moneda de oro.
La mayor parte de los mercaderes se reían al escuchar la suma, salvo uno de
ellos que amablemente le indicó que una moneda de oro era muy valiosa para
darla a cambio del anillo.
Frustrado y cansado, el discípulo cabalgó de nuevo a casa del maestro
sabiendo que no había podido cumplir con el encargo que le había hecho.
"Maestro, no he podido vender tu anillo por una moneda de oro",
le dijo cabizbajo.
"Como
mucho ofrecían un par de monedas de plata, pero no he podido convencer a
nadie sobre el verdadero valor del anillo".
"Tienes razón en algo", le contestó el maestro.
"Necesitamos
conocer el verdadero valor del anillo".
"Coge
de nuevo el caballo y ve a visitar al joyero del pueblo. Pregúntale por el
verdadero valor del anillo. Y sobre todo no se lo vendas".
Y así cabalgó de nuevo hasta el joyero del pueblo quien, tras examinar
detenidamente el anillo, dictaminó que éste valía ¡58 monedas de oro!
"¿¿58 monedas de oro??" replicó el joven asombrado.
Y con esa buena noticia cabalgó de nuevo a devolverle el anillo a su
maestro.
El
maestro, le pidió que se sentase y que escuchase lo que tenía que decirle:
"Tú eres como este anillo: una joya única y valiosa. Y como tal sólo
puede evaluarte un experto.
¿Qué
haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu valor?"
Como bien refleja este cuento la mayoría de las veces buscamos la
aprobación de los demás a toda costa y damos mucha más importancia a sus
opiniones que a las nuestras.
Recuerda
que la persona que se conoce mejor eres tú mism@. Eres la única persona que
conoce verdaderamente tus circunstancias de vida y el porqué tomas una
decisiones y no otras... o el porqué te comportas de una manera y no de
otra..
Por
eso como dice el cuento es importante tener un claro sentido de nuestro
verdadero valor en la vida…
Cuando conocemos nuestro propio valor, nos tratamos bien a nosotras mismas
y a los demás desarrollando relaciones sanas de pareja, amigos,
familia, etc.
Pero para lograr esto, debemos trabajar en nosotras, debemos descubrir
nuestro valor, nuestra esencia, lo que nos hace únicos.
¿ESTAS DE ACUERDO?.
Me encantaría saber tu opinión.
La puedes expresar por Facebook o por mi correo rosadiazcastro@hotmail.com
Un fuerte Abrazo, Rosa Daz Coach
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