Día de la Mujer Trabajadora… día de la Mujer Emprendedora
Un articulo obligado estos
días por las fechas… pero también merecido por a quiénes va dedicado. Hoy 8 de
marzo se celebra el Día de la Mujer Trabajadora y, no podemos dejar de hacernos eco de la situación de las mujeres
en el ámbito laboral en pleno siglo XXI y, en especial, de la de aquellas que
han decidido lanzarse a la “aventura” de emprender.
No obstante, ser
mujer y emprendedora es aún una tarea complicada y siguen apreciándose
grandes desigualdades entre el porcentaje de mujeres empresarias, emprendedoras
o autónomas, y el de hombres. Pese a que las mujeres son más de la mitad de la
población, sólo representan poco más de un tercio del empresariado en España,
un patrón que se repite en el resto de la Zona Euro.
¿Las razones?
Diversas, coyunturales y, lamentablemente, algunas también históricas y
sociales. Pese a que el acceso a la educación y la formación es ya un handicap
plenamente superado, muchas son las mujeres que a día de hoy se ven
lastradas en su desarrollo profesional por las cargas familiares y del
hogar.
Ya sea por decisión
propia o por imposición de las circunstancias, lo cierto es que la conciliación
de la vida personal y laboral de las mujeres sigue siendo la gran asignatura
pendiente, y más en el caso de las emprendedoras. Porque, no olvidemos, gestionar
nuestro propio negocio o empresa suele suponer un mayor número de horas y de
recursos, así como menos protecciones sociales que permitan esta
conciliación.
Sin embargo, parece
que cada día son más las mujeres españolas que apuestan por tomar las riendas
de su futuro profesional y materializar sus proyectos en forma de nuevos
negocios y empresas. Por lo que dejemos de lado el pesimismo que arrojan
algunos de los datos (y lo complicado de la situación actual) y veamos.
3
razones por las que ser emprendedora “mola” (todo lo que puede “molar”
hoy en día e intentando no entrar en demasiadas frivolidades.
Eres tu
propia jefa (aunque algunos dirán que eres tu propia esclava) Si hay
una virtud de la que gozan muchas mujeres es en su capacidad de organización.
Nadie dice que los hombres no sean organizados, pero, tradicionalmente, las
mujeres han demostrado una gran capacidad para gestionar tiempos y tareas… lo
que puedes hacer jugar en tu favor para conciliar tu vida profesional y
familiar.
– Es una
fantástica vía para mostrar tu capacidad de liderazgo. Aunque parezca
mentira, son muchas las trabas que en pleno siglo XXI encuentran las mujeres
dentro de las organizaciones empresariales para crecer y convertirse en
verdaderos líderes. Huelga decir el irrisorio porcentaje de mujeres que ocupan
puestos de alta dirección frente al de directivos masculinos. Tener que
emprender sólo para poder mostrar esta capacidad no es, evidentemente, la
solución, y menos a largo plazo, pero sí es un síntoma de que algo “está
cambiando”.
– Puedes
materializar tu proyecto soñado o dedicarte en exclusiva a aquello que siempre
te ha interesado. Pese a que éste es un lugar común en todas las listas de
“razones para emprender”, es especialmente significativo en el caso de las
mujeres, en especial si no han tenido la posibilidad de desarrollar una carrera
profesional previa. Emprender es el momento de poner en juego todas tus
habilidades, intereses y conocimientos.
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